Almudena Vigil.- “Los jueces asumimos con entusiasmo cada día la responsabilidad de procurar una justicia imparcial, eficiente y de calidad. Por ello, nos duele escuchar que esa justicia en la que creemos y por la que trabajamos no es independiente, que está politizada, que son los partidos políticos los que dirigen la acción de los jueces”. Con estas palabras, el presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y del Tribunal Supremo (TS), Carlos Lesmes, defendió ayer la labor de la judicatura que, según aseguró, goza de una “rabiosa independencia”.

Consultar documento en formato PDF Durante su discurso en el acto de apertura del Año Judicial, presidido por el Rey Felipe VI, Lesmes planteó una férrea defensa del colectivo que preside recordando cómo la corrupción “ha encontrado en la justicia española la más eficaz y contundente respuesta”, gracias a “jueces que no admiten injerencias ni presiones de ningún tipo y que no tienen más señor que la propia ley, expresión de la voluntad de la mayoría”.

En este sentido, defendió el modelo de gobierno del CGPJ, negando que el actual sistema sea causa de una supuesta politización de la justicia: “Las afirmaciones reiteradas durante años por opinadores de todo tipo que vinculan la politización de la justicia al modelo de gobierno judicial, no se ajustan a la verdad y se desmienten una y otra vez por cada uno de esos jueces que cada día se esfuerzan en sacar adelante procesos de toda clase tramitados en sus juzgados y tribunales, con los medios de los que disponen y siempre con respeto a las garantías del proceso y los derechos de los justiciables”. No obstante, abogó por “la consolidación definitiva de un determinado modelo de gobierno judicial”, y añadió que “el respeto a la autoridad y a la dignidad institucional del Poder Judicial compete también, y antes que a nadie, a los propios jueces”.

Estas afirmaciones se pronuncian en un momento en el que el debate sobre el modelo de gobierno y de elección de los vocales del CGPJ está sobre la mesa. El acuerdo de investidura de PP y Ciudadanos incluía la reforma del régimen de elección de los vocales para que los doce de procedencia judicial sean elegidos directamente por los jueces y magistrados y no por el Congreso y el Senado, como sucede en la actualidad. Un acuerdo que fue muy aplaudido por las cuatro asociaciones judiciales.

“No hay héroes”

El presidente del CGPJ quiso realzar durante su intervención ante una sala repleta de autoridades del mundo jurídico y también, por primera vez, de la sociedad civil, el espíritu de servicio de los jueces que, según dijo, “son lo mejor de nuestro sistema de justicia”. Explicó que cada uno de ellos dictó en 2015 un promedio de casi 300 sentencias, “más que días laborables hay en el año”, si bien lamentó que “la carga de trabajo que pesa sobre algunos jueces es difícilmente digerible debido, entre otras circunstancias, a su distribución irracional”. También incidió en “la exigua media de 12 jueces por cada 100.000 habitantes, inferior a la que acreditan los países de nuestro entorno”.

También remarcó que los barómetros de confianza institucional confirman que los jueces reciben una evaluación positiva por parte de la sociedad. Concretamente mencionó el barómetro externo del Consejo General de la Abogacía Española de 2015, según el cual el 71% de los españoles considera que, llegado el caso, los jueces constituirían el último baluarte defensivo de los derechos y libertades, y un porcentaje similar estima que están técnicamente tan preparados como los de cualquier Estado de la Unión Europea.

Pese a todo, destacó que “en nuestro sistema judicial no hay héroes ni seres excepcionales, ni está dotado de recursos extraordinarios”, sino que “su grandeza se construye sobre la actividad cotidiana de una suma de hombres y mujeres prudentes, honestos y capaces que se afanan cada día en proporcionar una respuesta, una solución a los conflictos que de manera constante surgen en una sociedad dinámica y compleja como la nuestra”.

Todo ello, condujo al presidente del Tribunal Supremo a lanzar una pregunta al aire: “¿Tenemos buenos jueces pero mala Administración de Justicia?”

Problemas de la Justicia

En el discurso del presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo también se apuntó “la ausencia de consensos para abordar, desde la responsabilidad institucional, las medidas que demanda nuestra sociedad en materia de justicia”, señalando algunas de las reformas que Lesmes considera necesarias: “La consolidación definitiva de un determinado modelo de gobierno judicial, la racionalización de un mapa judicial desfasado, atomizado en 431 partidos judiciales, la planificación global de inversiones que no siempre pueden condicionarse a la directriz coste cero, o la definitiva implantación de la tecnología digital”.

Carlos Lesmes también remarcó la necesidad de hacer autocrítica desde la judicatura al afirmar que “el juez no siempre ha sabido transmitir a la ciudadanía la esencia de su función, pese a la importancia de un estado de opinión de la sociedad sobre sus jueces como mecanismo legítimo de control, dinamizador de mejoras y referencia instructiva de primer orden”.

El presidente del CGPJ, parafraseando a su predecesor Javier Delgado, afirmó que “la Justicia es poco fotogénica” y que deben trabajar para que no lo sea: “Una información responsable y veraz aprovisionará al ciudadano de los criterios adecuados para valorar, de forma no condicionada, el alcance del compromiso de sus jueces con la independencia, con la imparcialidad y con la excelencia jurídica”.

Planteó, además, una reflexión sobre “la oportunidad de elaborar códigos deontológicos que, de un modo u otro, incidan sobre su conducta profesional”.