El ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha anunciado que el Gobierno pretende adelantar el Examen de Acceso a la Abogacía a febrero en 2016, «para adecuarlo al calendario de los estudiantes». Además, ha afirmado que podría haber dos ediciones al año, con una posible segunda convocatoria en septiembre, y que trabajará para lograr «una mayor implicación» de los colegios de abogados en la preparación de la prueba, para que «refleje mejor la práctica profesional».

Con este anuncio, además del aumento del número de convocatorias, el Ministerio de Justicia vuelve a dejar abierta la posibilidad de incorporar modificaciones en la forma en la que se han realizados los dos exámenes previos, cambiando su estructura e introduciendo un caso práctico, aunque todavía no hay una posición clara al respecto. No obstante, son varios los expertos y agrupaciones que consideran que es absolutamente necesario replantear el proceso de información, diseño y convocatoria de las pruebas.
Es una demanda que viene de lejos: el Examen de Acceso a la Abogacía debería contar con un apartado práctico porque, tal como afirma José Vicente Morote, abogado especialista en derecho público y regulatorio y tutor del Máster de Acceso a la Abogacía de Wolters Kluwer, «la formación del jurista no es una mera acumulación de conocimientos teóricos, sino que debe tener un importante componente práctico y esa formación práctica debe ser evaluada».
El profesional profundiza en su reflexión al manifestar que «la configuración del examen actual, fruto de cambios poco reflexionados, no es la más idónea para permitir que un alumno pueda, al día siguiente de conocer las notas del examen, presentarse en un juzgado a defender a un ciudadano».
Reivindicaciones
Desde el Consejo Nacional de Estudiantes de Derecho (Conede) llevan reclamando desde antes de la realización de la primera convocatoria de la prueba que esta debía contemplar un apartado práctico. Aparte, pero por la misma senda, la Confederación Española de Abogados Jóvenes (CEAJ) también apostaba por introducir un caso práctico dentro del examen.
De igual manera, otra reivindicación de las agrupaciones de estudiantes de Derecho es la realización de varias pruebas a lo largo del año y en distintas plazas, no únicamente en Madrid como se hizo con el primer Examen de Acceso. Con el anuncio de Catalá, podría ser que consiguieran por fin ambas aspiraciones, ya que el aumento del número de plazas en las que se realizaron las pruebas, se consiguió en la edición de mayo de 2015 con las convocatorias en Barcelona, Granada, Bilbao, Pontevedra y Madrid. ¿Será 2016 el año en que, además, se realicen varias ediciones de las pruebas de acceso?
A la espera de que se haga oficial la próxima convocatoria, Morote explicó que «en el proceso de preparación del examen debería incidirse más en la parte práctica de la prueba, preparando supuestos específicos para resolver con solvencia un caso». A la vez, añadió que «el Máster de Acceso a la Abogacía de Wolters Kluwer ofrece una formación excelente a los alumnos para que puedan superar esta prueba, en el caso de que se instaurara un apartado práctico».